¿Cómo trasmitirte, futuro/a lector/a, la complejidad del universo de una novela cuando Google nos pide que en titular, entradilla y frase destacada de cualquier texto utilicemos los mismos términos para posicionarnos mejor en su maremágnum y, así, supuestamente llegar a ti? En el SEO no sirven los sinónimos, no sirven las abstracciones ni las dobleces. ¡Reduce a la mínima expresión, elige bando, posiciónate, decídete, no dudes, sentencia! Simplifica.
Sin embargo, hete aquí querido/a lector/a, las olas cibernéticas te han arrastrado hasta este artículo en el que no podemos hablar ni de realidades ni de literatura simples.
No es fácil que un libro aguante el paso del tiempo. Muchas veces son hijos del momento en el que se crearon y no permiten ni una relectura. Por el contrario, hay un buen número de textos –los clásicos de toda la vida– que soportan casi todo… hasta las adaptaciones (cinematográficas, teatrales, en audiolibro o libro ilustrado, etc.).
La esencia de esta literatura “clásica” está en su conexión con lo más enigmático de la condición humana, y eso atraviesa siglos y espacios.
Suena pretencioso incluir en esta categoría a 259 saltos, uno inmortal, la novela de Alicia Kozameh con la que inauguramos nuestro catálogo, pero ¿qué diríais si no de una obra que, a pesar de que se publicó hace 20 años, conecta con el ritmo fragmentado y ágil que pide nuestro ahora, que no contiene expresiones o situaciones que haya que disculpar con el tan recurrido “eran otros tiempos” y que aún cuestione la “Historia única” sin ocultar los conflictos que surgen cuando contamos con el otro para crear una alternativa?
Como mínimo, y sin olvidarnos de que en estas dos décadas esta novela ha tenido varias ediciones fuera de nuestras fronteras (ver imagen de cabecera), se ha leído en español, inglés, francés y alemán, diremos que aguanta bastante bien el paso del tiempo.
La mayor prueba es que es capaz de conectar con un amplio abanico de lectores/as, culturas y épocas. Lectores/as, eso sí, interesados en conocer lo que aún no saben y con voluntad de ceder su asiento en el bus. Y, cómo no, de rebuscar entre los espacios de librepensamiento que permite el SEO más allá de la 3.ª página de resultados.
La realidad que retrata Alicia Kozameh es compleja y un texto que es fiel a esa complejidad, lo será también. ¿Cómo sería posible si no?
Que sí, Barbarie editora, todo eso está muy bien, pero que sin un metadato (la cajita cuadradota de toda la vida con su etiquetita) no nos enteramos de lo que nos quieres vender. Pues sacad punta al lápiz:
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259 saltos, uno inmortal está disponible en librerías y en nuestra página web.
2 comentarios
Buenos días
¡¡¡¡Madre mía ¡¡¡¡¡ Esta novela hay que leerla SI o SI , a quién no le interesa alguno de estos temas ,
me despierta mucha curiosidad estoy deseando que llegue el 17/3 para comprarla y mirando el mar
en una buena hamaca leérmela.
Suerte¡¡¡¡¡
Muchas gracias Ana. ¡Ojalá la disfrutes! Cualquier libro mejora, además, frente al mar. Un abrazo